Material extraido de la investigación realizada por el prof. Juan Carlos Orlandini |
Establecidos hacia 1752 los fortines para defender las fronteras de los indios a cargo de los blandengues, en 1771 se crearon las primeras postas por la ruta de Córdoba, gracias a la gestión del visitador de correos Alonso Carrió de la Vandera. Fueron ellas, la del Puente de Márquez (determinante de la construcción del puente por Pablo Márquez), Villa de Luján, Cañada de la Cruz, San Antonio de Areco, etc.
Detrás de ellas y aparejados vendrían los
correos en la medida que creciera la población y sus necesidades de
comunicación.
Dice Concolorcorvo, en “El lazarillo de
ciegos caminantes”, que “Las postas se dicen así, no solamente porque son
mansiones, sino porque hay caballadas de remuda para hacer los viajes con
celeridad”.
Agrega Barba: “Definición ésta, por otra parte, que se
ajusta al capítulo 1° del Reglamento de 1771 aludido cuando dice: No pudiendo
hacerse los viajes en diligencia sin mudar caballos de trecho en trecho, fue
preciso apostarlos en diferentes paradas al cargo de un vecino honrado al cual
se le denomina maestro de postas y está obligado a mantener un determinado
número de caballos destinados para las carreras en diligencia”(1)
La margen derecha del río de las Conchas
perteneció primeramente al Cabildo de Buenos Aires y después de 1821 al Partido
de Morón; sin haber quedado incluido el Puente de Márquez, que fue siempre del
Gobierno de Buenos Aires, salvo el mantenimiento del orden en la zona. La margen izquierda perteneció a la Villa de Luján;
primeramente de su Cabildo y luego de las autoridades del Partido, hasta 1864,
en que se creó el de Moreno.
La posta del Puente de Márquez fue la
primera al salir al Oeste, y también la primera “dormida”, donde pernoctaban
por primera vez los viajeros en la carrera del Perú y Chile. Su instalación debió determinar la
construcción del Puente iniciada en 1771, o bien la construcción del Puente
debió marcar la ubicación de la posta.
Ambas se corresponden históricamente.
(p240) Para su atención, el 4.5.1772 fue designado
Fernando de Flores como su primer maestro de posta, a quien le sucedió su
viuda, Da. Margarita Ocampo en 1780. El
25 de mayo de 1805 fue designado Celestino Rodríguez, ayudante que había sido
de Da. Margarita. El 5.9.1822 se designó
a Mateo Casas (2)
El visitador Eugenio José de Balbastro hizo
un reconocimiento de la posta y su entorno en 1813 y de sus similares hasta San
Luis y Mendoza, dejando constancia de tal nombre; era la primera de la campaña
y anterior a la de la Cañada de Escobar, por último denominada de Peralta (hoy
General Rodríguez).
En el mismo informe dice que estaba nuestra
posta a cargo de Juan Manuel Alvarado, (3) nombrado el 28 de marzo de 1801, del
que se consignaba con “tierras propias; tiene ovejas, aves y ganado; no tiene
huerta; agua de pozo”. En cuanto al
número de caballos, cita 500 y comodidad para los pasajeros, “un cuarto de 15
por 5 varas, con cuatro catres”.
En otro documento se dice que Alvarado fue
nombrado el 23.3.1809 y se menciona que había servido a Da. Margarita Ocampo,
de Morón. Para comprender el movimiento
de la Posta se dijo en 1815 que tenía 8 postillones y, en su momento, fue la de
mayor movimiento entre sus similares, fuera de los Santos Lugares, a la que
consideró Posta del Ejército.
Los Alvarado continuaban en su puesto en
1824. En 1823, la posta había figurado a nombre de la esposa de Alvarado, Da.
(María) Teresa Pardo, volviendo a mencionarse su marido al año siguiente (4).
Hasta 1829, la posta del Puente de Márquez
estuvo a cargo de Da. Teresa Pardo; es decir, en las mismas manos de los
Alvarado; en 1830-1835 figura a nombre de Justo Prado; en 1836-1842, de Da.
Cipriana Torrillas; en 1846-1857, de Wenceslao López; en 1857, de Máximo del
Río; (4) en 1858, e B. Sinclair; en 1860, de José R. Torrillas, ya bajo el
número 272.
Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, de
1860, se nacionalizó el servicio de Correos, hasta el momento, provincial,
manteniendo la misma estructura y el personal.
El servicio de Correos se trasladará a las estaciones del Ferrocarril, hasta
independizarse de él (5).
En el plano que realizó Adolfo Sourdeaux del
Partido de Morón en 1866, prolija imagen en detalles de la zona, hace entrar el
camino del Puente en tierras de los Herederos de Gregorio Ponce de León, para
pasar a las de (Gómez) (P241) Anchorena.
Entre ambas propiedades figura la quinta de Pellón, el encargado del
puente. Pasa luego el camino a tierras
de Luciano Alvarado, donde a su costado consigna la población bajo el mismo
nombre; debió existir allí la Posta de la que hablamos, para continuar el
camino hacia Buenos Aires, con un ramal hacia Morón.
La Posta del Puente de Márquez estaba a 7
leguas de Buenos Aires, a 5 leguas de Santos Lugares, a 6 leguas de la Posta de
la Cañada de Escobar (hoy Gral. Rodríguez), de Nieto o de Peralta, y ésta, a 3
leguas de la Posta de Luján a cargo de Bailón Corro y luego de su hijo,
Ruperto. La próxima Posta era la de la
Cañada de Rocha, a 3 leguas de Luján.
Si bien la Posta del Puente de Márquez
estaba dentro del partido de Morón, también estaba la Posta de la Cañada de
Morón, que en la década de 1850 distaba 7 leguas de Buenos Aires, 9 leguas de
la de Luján, a 1 legua de Morón, 5 de Santos Lugares y 3 leguas de Navarro.
Dentro del mismo partido estaba la citada
posta de Santos Lugares y la Posta de La Figura, a la altura de Ciudadela, a 4
leguas de Buenos Aires.
NOTAS
Concolocorvo,
“El Lazarillo de ciegos caminantes”, Buenos Aires, 1946 y Barba, Enrique M.,
“Rastrilladas huellas y caminos”, Buenos Aires, 1956, pág. 20.
AGN, T.6
Cap. 28, Nro 22, copia, atención del historiador Walter L. B. Bosé. En cuanto a
Fernando de Flores eran, con su esposa Da. Margarita, personas de gran arraigo
en la zona. Era h.1. de Juan Tomás de Flores y de Da. Gerónima Sánchez y se
había casado con Da. Margarita en segundas nupcias, siendo padres de 1. Simón
Tadeo y 2. Pedro Pascual, b. en 1760 [PADRONES, III, pág. 69, con
sucesión].
En 1755 los Flores Ocampo
fueron testigos del casamiento de Ignacio de Ocampo, n. de Bs. As. H. 1. De
Mauricio Ocampo y de Da. Gregoria de Arrús, con Da. Juana Lescano. 1744, en
Morón, fueron padrinos de León Ocampo, hijo de Jacinto de Ocampo y de Andrea
Pérez [L. B. 1. F.87]. Jacinto era hijo
de Mauricio y de Da. Gregoria Ruiz de Ocaña, familia ésta muy relacionada con
la zona; tanto que antes de Cañada de Morón se llamó de Juan Ruíz (de Ocaña).
Encontramos en AGN, Comunicaciones y Resoluciones Reales, Libro II, fs. 220,
221, del 23.12.1809, “S. M. se ha servido aprobar la asignación de ocho pesos
mensuales que ha hecho a favor de Da. Margarita de Ocampo, viuda de Dn.
Fernando Flores, el Administrador principal de Correos de Buenos Aires. Lo que traslado a Vd. Para su inteligencia y
cumplimiento”. Juan Fernando Caballero.
MENSURAS,
Morón, Alvarado, Luciano, sus herederos, profesionales, J.Lezama y C. Encina,
año 1863. Según informes oficiales,
Manuel Alvarado siempre tuvo tierras propias.
Su hijo Luciano, nacido en 1800 de su matrimonio con Dna. María Teresa
Pardo, al perdérsele los títulos, ofreció comprar al Estado su terreno de 680
varas de frente por 9.000 de fondo, de los que solo se le pudieron adjudica 600
por 6100, sobre mensuras de Manuel Eguía en 1839 y de León José Lezama y Carlos
Encina, de 1863.
De esta familia existen
varias partidas en la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Viaje de Morón. Entre ellas, del 18.9.1823, José Alvarado
(P242), de 19, hijo de Manuel y de María Teresa Pardo, c.c. Da. María de los
Santos Torrillas de 18, hija de Manuel y de Da. Pascuala Códova, vecinos de la
viceparroquia de Merlo [L. M. 1, f.36].
Justo Elías Pardo, h. de Nicolás y de Da. Paula Arias, c.c. Da. María
Cipriana Torrillas, h. de Antonio y da. Josefa Joaquina Hernández [LM2, f46v]. Justo Elías Pardo fue bautizado en Morón , el 18.4.1781 [LB 1, f.201]
y fue sepultado el 23.8. 1835 en el mismo lugar [LD 2, f. 69]. Da. María
Cipriana Torrillas había sido bautizada en Morón, el 4.3.1782. [LB 1, f.
241]. Por último, Wenceslao López, h. de
Agustín y de Da. Juana Alvarado, el 3.9.1831, c.c. Da. Felisa Pardo, h. de
Justo de Da. María Cipriana Torrillas [LM 3. F.97].
Podemos
agregar a José Raymundo Torrillas, h. de Bruno y de Da. Petrona Navarro, el
13.8.1831, c.c. Da. Bernabela Pardo, h. de Justo y de Da. María Cipriana
Torrillas [LM 3, f.96 v.], censados en Moreno 1869, de 60 y 55
respectivamente. En 1895, al ser
censada, Da. Bernabela, ya viuda, declaró que en 60 años de matrimonio había
tenido 6 hijos. Se ve claramente la transmisión
de los cargos de maestros entre familias emparentadas entre sí o descendientes
de los anteriores, todos antiguos pobladores de la zona.
Al nombrarse los nuevos maestros, se tenía en
cuenta a los parientes o a aquellos que habían trabajado en la posta, como
ayudantes o postillones, de los cuales, además de los vistos, existen numerosos
casos.
Del Río
figura, además, a cargo de la posta de la Villa de Luján. En la de Márquez firman por el postero
Federico del Río y B. Sinclair. En
septiembre de 1857, Máximo firma en Buenos Aires, en la Administración de
Correos, por las dos postas (AGN. 10, 68-2-2). Entendemos que fue un
interinato, porque en 1858 vuelve a aparecer Ruperto Corro, en la de
Luján.
Había sido del Río miliciano
desde 1833 a 1843 y desde ese año, teniente alcalde de la Villa de Luján, y fue
el último alcalde del Cuartel 4°, de Luján, con cabecera en su negocio del
Puente de Márquez y luego en la estación Moreno, desde 1858 a 1860 a 1865.
Integró la primera comisión municipal y, en
1870, en el rubro de procurador municipal.
En 1870-71 y 74, fue comandante de Guardias Nacionales.
Creemos muy fundadamente que por razones
legales la posta debió figurar a nombre de José R. Torrillas, pero siempre bajo
la supervisión de del Río.
Firma, en
oportunidades, con buena letra, un José Torrillas, que bien pudo ser un hijo de
aquel, sin agregar la R. de Raymundo.
Ver en AGN. Índice temático general, Buenos
Aires, 1977, Postas, págs. 281 a 283. Ver nomenclaturas de Sala 10,
correspondientes a cada año.
TESTIMONIO
DEL PASO DEL CORONEL DOCTOR MANUEL BELGRANO
El entonces coronel doctor Manuel Belgrano,
en su “Diario de Marcha hacia Rosario”, donde enarbolaría por primera vez la
Bandera Nacional, nos dejó constancia de su paso por el Puente de Márquez.
El 25 de enero nos dice el prócer: “Mientras
antes de 6 se marchó; el camino es excelente y tiene los recursos de agua en
los pozos de las casas: hicimos alto por tres veces en que emplearíamos ¾ de
hora, y llegamos al punto señalado para campar llamado de la Cañada de Morón, a
las inmediaciones de la panadería de Dn. Francisco Rodríguez, a las 11 de la
noche. Se desplegó en batalla; se señaló
la guardia y levantadas las tiendas, la gente cenó y sin más novedad se tocó la
retreta. Santo (y Seña), San Pedro Ensenada/Empeño